La fábrica de cracks del FC Barcelona ha dado grandes futbolistas al primer equipo de la institución blaugrana, con leyendas como Xavi Hernández, Carles Puyol, Andrés Iniesta o Pep Guardiola. Pero el caso más resonantes es nada menos que el de Lionel Andrés Messi, el argentino que arribó a la ciudad condal con apenas 13 años e hizo del club culé su segunda casa.
Lionel Messi hizo verdadera historia con el primer equipo del FC Barcelona al conseguir decenas de títulos a la par de Xavi, Iniesta, Puyol y tantas otras estrellas más. Pero más allá de los trofeos, el argentino se cansó de romper récords y deleitar a todo el mundo barcelonista semana tras semana durante casi 20 años.
Ante esto, Barça intentó replicarlo con nuevas joyas de su cantera y en La Masía comenzaron a surgir nombres interesantes como el de Bojan Krkic, Xavi Simons, Ansu Fati o más recientemente Lamine Yamal. El caso de Simons difiere del resto ya que no tuvo un lugar en el primer equipo y se marchó libre de España. La academia de PSG lo recibió y allí dio sus primeros pasos, pero no pudo asentarse y nuevamente tuvo que armar las valijas para ser cedido, primero, hacia PSV Eindhoven y, luego, hacia Leipzig, donde ha encontrado su lugar.
Xavi Simons y su calidad traen problemas en Alemania
"Cada semana tenemos problemas con Xavi (Simons). Le dan caña, recibe fuerte. En el 90% de los casos, se zafa, lucha, avanza, sigue con la pelota. Con 3-0, en el minuto 90 volvió a producirse una situación en la que como mínimo hubo el impulso de agarrarle. Fue todo menos un 'piscinazo'... y le sacan amarilla al chicho. Me parece muy duro", señaló Marco Rose, entrenador de Leipzig, en diálogo con 'Kicker' para referirse a la situación que atraviesa Simons debido a su habilidad técnica. "Lo atacan porque los oponentes lo ven como una amenaza debido a su agilidad y habilidad", sentenció.