El fútbol mundial ha estado dominado por la electrizante rivalidad que presentaron Lionel Messi y Cristiano Ronaldo por aproximadamente los últimos 20 años. Pero lo cierto es que antes que el argentino y el portugués se subieran al podio de los mejores del planeta hubo otras figuras que destacaban en las principales ligas del mundo.
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El año 2007 fue el último previo a que comenzara el reinado de Leo Messi y Cristiano Ronaldo en los premios individuales más importantes del mundo como el Balón de Oro o el premio al Jugador Mundial de la FIFA (hoy FIFA The Best) y ese año el máximo galardón, entregado por la revista France Football quedó en manos de una estrella brasilera: nada menos que Ricardo Izecson Dos Santos Leite, Kaká.
El talentoso brasilero supo brillar desde temprana edad en Sao Paulo de su país natal y fue fichado nada menos que por AC Milan en 2003, un año más tarde de haber conseguido el título de campeón mundial con la Canarinha en Corea-Japón 2002. Con el rossonero Kaká explotó y consiguió la UEFA Champions League en 2007, siendo una de las grandes figuras.
Esto lo llevó a entrar en el interés de Florentino Pérez en 2009 para su equipo de grandes figuras junto a Cristiano Ronaldo, Karim Benzemá y tantos otros. Cuatro años en Real Madrid bastaron para que fuera considerado casi una leyenda, aunque luego se marchó de regreso a AC Milan y tuvo pasos posteriores por Orlando City de la MLS y nuevamente en Sao Paulo, aunque se retiró en el conjunto estadounidense en 2017, con 36 años.
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El lado solidario de Kaká
El brasilero ha sido la cara visible en varias organizaciones benéficas, participando con donaciones y también en campañas de concientización. Además, fue en el año 2004 que creó Fundación Kaká, que se encarga de ayudar a niños necesitados en todo el mundo, en áreas diversas como salud, educación y bienestar social. No sólo eso, sino que también es habitual verlo en el campo de juego siendo parte como leyenda en partidos benéficos.