Por Tomás Valle
Tras acontecer una terrible semana por el fallecimiento de su padre, Marcos Alonso tenía la posibilidad de volver a jugar un partido como titular. La última vez que había disputado un encuentro desde el pitazo inicial fue ante el Girona en el mes de enero. El ex Chelsea no es considerado como la primera opción para Xavi, pero por su perfil puede abarcar varias posiciones ante las faltantes del Barcelona.
El defensor estaba teniendo minutos como lateral izquierdo, pero Xavi decidió colocarlo en la posición de zaguero central para que pueda salir cómodo con su pierna izquierda, la más hábil del español. Tenía la difícil tarea de reemplazar a Andreas Christensen, compañero en el los Blues, ya que el danés había presentado altos niveles en sus últimos rendimientos.
Durante la primera parte, Alonso tuvo una actuación regular. Logró mantener el arco en cero de su arquero, Marc-André Ter Stegen, junto a su compañero de zaga Jules Koundé, y cuando fue exigido por sus rivales respondió de buena manera. Igualmente, lo mejor del internacional con España se vio en la segunda parte.
Apenas comenzado el segundo tiempo, Marcos Alonso fue a cabecear hasta el área contraria en un córner a favor del Barcelona. Él sabía que tenía grandes posibilidades por su altura y buen juego aéreo. Y así fue, porque el número ‘17' recibió el balón desde un tiro de esquina lanzado por Raphinha y anotó de cabeza el primer gol en la noche del Camp Nou.
Primero, le rindió un gran homenaje con el gol de cabeza porque su padre, Marcos Alonso Peña, es muy recordado en gran parte por el histórico tanto al Real Madrid en la final de la Copa del Rey de 1983, el cual valió un título para el Barcelona. También hubo dedicatoria especial cuando el defensor señaló al cielo y se llenó los ojos de lágrimas para recordar a su padre.
22/12/2024
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