Ganó un Balón de Oro y fracasó en Madrid, el fútbol no le dio y ahora cría caballos

De ser una figura internacional de primera línea con solo 20 años a tener en la parte final de su carrera un tobogán de bajada hasta terminar pasando casi desapercibido. Este crack mundial que brilló siendo apenas un adolescente entendió que tras colgar los botines su destino estaba en otro lado.

Michael Owen despertó al mundo con su aparición siendo apenas un niño de 17 años. Brilló en Liverpool de Inglaterra, donde la rompió  y ganó un Balón de Oro con sólo 21 años. Real Madrid lo compró como una verdadera joya pero su paso fue para el olvido, apenas marcó 16 goles en 45 partidos en un paso para el olvido.

Tras el final de su carrera deportiva que tuvo pasos por Manchester United, Newcastle y Stoke City, Michael Owen se dedicó a la cría de caballos, su otra gran pasión que alimentó desde pequeño. Además de la cría, también se animó a competir como jockey en varios torneos internos de Inglaterra e invirtió allí parte de su fortuna.

Un legado de selección

Michael Owen brilló con la camiseta de la Selección de Inglaterra con la que tuvo el privilegio de disputar los mundiales de Francia 1998, Corea-Japón 2002 y Alemania 2006. En total, disputó partidos 89 partidos oficiales y marcó 40 goles, ubicándose como el sexto máximo anotador de la historia del país.