Por Fabián Rojas
¿Nunca un día tranquilo en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), no? Hace casi tres semanas que el fútbol español es noticia por cuestiones extradeportivas que no hacen más que dañar la imagen de la asociación. En las últimas horas un problema de logística hizo que el baúl donde viajaban botas y guantes de los jugadores y porteros de la selección absoluta se quedara en Madrid.
Lo particular de esto es que los jugadores fueron los últimos en enterarse de esta cuestión. Mientras merendaban en el hotel Marriot, de la capital de Georgia, recibieron la noticia inesperada de que no tendrían uno de los materiales más importantes para entrenar a horas del partido: sus botas; o sus guantes para los arqueros. La plantilla de la mayor tomó primero el tema como sorpresa, y algunos chistes lógicos producto de lo insólito de la cuestión.
Acto seguido, ya con el problema detectado, se calzaron zapatillas y salieron a entrenar de forma muy particular si se tiene en cuenta que solo faltaban 24 horas para el partido. Mientras la RFEF buscaba responsables y, principalmente, soluciones, los jugadores de España salieron a la cancha y realizaron movimientos que tenían que ver más con un pospartido que con una previa (estiramiento y algunas cuestiones aeróbicas).
Durante algunas horas el paradero fue desconocido: podía estar en Las Rozas, en Barajas o en el aeropuerto de Tiflis. Finalmente, dieron con el famosísimo baúl en el aeropuerto de Barajas, puesto que se había quedado en una furgoneta. La situación trajo tranquilidad a la RFEF, que se movió rápido para tapar su error y asegurar la presencia de las botas este viernes en el partido.
22/12/2024
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