Por Tomás Valle
La polémica de los últimos días gira en torno al rechazó sufrido por Zinedine Zidane, quien fue defenestrado por Le Graët, el Presidente de la Federación Francesa de Fútbol, quien tras tener un gesto terrible contra el ídolo de la selección y del balompié mundial, fue apartado de su cargo por decisión de las directivas. Ahora, Zizou busca la revancha.
El directivo se ganó el repudio del mundo tras indicar que Zidane sería la última persona a la cual le daría las riendas de la selección francesa, señalando también que no le hubiese atendido el teléfono, si él lo llamase para ofrecerse como entrenador. Antes estos dichos, el planeta entero salió en la defensa del ex Real Madrid, y ocasionó un alboroto en la Federación Francesa de Fútbol.
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Le Graët podría dejar completamente su cargo y de paso arrastraría a Didier Deschamps, actual entrenador de Francia. Esta sería la oportunidad perfecta para que Zizou volviera a estar en el radar de la selección y así pudiese tomar la batuta de su equipo amado, con el cual se consagró campeón del Mundo en Francia 98.
“Sus palabras, como reconoció y admitió, fueron inapropiadas”, comento el actual entrenado de francia, quien además aseguró, "La situación deportiva ha provocado una rivalidad entre los dos. Incluso, para algunos, una oposición. Siempre le tendré mucho respeto en relación con lo que compartimos juntos en nuestra primera vida como jugadores, y por quién es, lo que representa en el fútbol y el deporte francés". Por pronto, Zidane espera su oportunidad bajo la sombra, a la espera de un nuevo error.
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