Por Tomás Valle
El mundo de los futbolistas arruinados es, por desgracia, cada vez más grande. Está lleno de ex jugadores que no saben administrar su dinero y que terminan en la bancarrota. El jugar en el Real Madrid no es suficiente para ganarse el éxito de por vida, por eso es muy importante no hacer estragos.
Probablemente llegar al Real Madrid sea una de los sueños que más tienen en su cabeza los jugadores de fútbol. En algún momento de sus vidas anhelan jugar en el Santiago Bernabéu y defender la camiseta del máximo ganador del torneo más prestigioso en Europa y el más ganador de toda la historia entre todos los clubs del mundo.
Estar en el equipo blanco te genera competir por los títulos más altos y, por si fuese poco, colocar tu cuenta bancaria con, como mínimo, seis dígitos en apenas unas semanas. Sin embargo, no es una razón suficiente para salvar tu vida financiera. Si no se puede manejar correctamente, puede pasar lo que le sucedió a Iván Zamorano, pero también le sucedió a Raúl González, histórico del Madrid.
El exdelantero chileno perdió varias casas, un coche, una bodega y numerosas plazas de aparcamiento, además de tener varias denuncias por una deuda cercana a los tres millones de euros. El español, por su parte, acudió al deporte como salvación, pero no le terminó saliendo como quería.
El hombre de la cantera del Atlético de Madrid se enfrenta a una querella contra su figura por "delitos societarios" después de que la empresa Aurantia, tal y como informó El Mundo, le reclame una deuda de 7.17 millones por una inversión fallida en un proyecto de energías renovables en Cádiz. Valdebebas, ciudad deportiva del Real Madrid, se ha convertido en el refugio de Raúl y el banquillo del B es el único que ocupa el exjugador.
21/12/2024
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