El Madrid pagó 4 millones por él, iba a ser leyenda como Marcelo y acabó en ruina

Para grandes recuerdos y leyendas, muy pocos, pero para historias trágicas o tristes alrededor de las glorias que pudieron ser, sí que tenemos muchas por contar. En el Real Madrid, la revolución de los futbolistas brasileros post galácticos que quiso mantener Florentino se tomó la mitad de la década de los 2000. Y esto con la firme intención de hacer un equipo competitivo, que fuera tras un anhelo que tuvo que esperar bastante, como lo fue la ansiada décima.

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En medio de todo ello, las inversiones del Real Madrid, quien ya preparaba una nómina de lujo, contemplaron a un lateral que en Sudamérica, hizo las delicias de muchos, conquistó los corazones de sus fieles seguidores en el São Paulo que por aquel entonces no solo era el rey del continente, sino que además conquistaba la nueva edición del Mundial de Clubes ante el Liverpool con él a la cabeza, razones más de peso para que Florentino Pensase en el.

Incluso era tal su nivel que él mismo confesó que el mandamás merengue se decantó por sus servicios antes que por los de un Dani Alves que ya aparecía en Sevilla y que, tal como en el caso de Sergio Ramos, podría ser prenda de garantía en la lateral de aquel momento en el merengue. El amo del madridismo se decantó por el paulista y así lo confesó en una entrevista. "Durante mi etapa en el Real Madrid se especulaba con que Daniel Alves, por entonces en el Sevilla, firmaría, pero la directiva lo rechazó diciendo que ya tenían todo acordado conmigo".

Cuatro millones de euros pagó el Real Madrid por Cicinho, a quien las lesiones, el alcohol y las fiestas le truncaron la leyenda que pudo ser para todo el madridismo. Donde a pesar de las dos temporadas en las que estuvo deambulo en cesiones a la Roma de Italia, siendo vendido por alrededor de 8 millones de euros, así lo recuerda en entrevista: "Era un alcohólico porque no era capaz de beber una sola cerveza. Lo hacía hasta caerme al suelo. Cuando llegué al Real Madrid C.F. se me fue todo de las manos porque pretendía ser dueño de todo y se me subió la fama a la cabeza. Llegué a tomar 18 caipirinhas y 14 cervezas en una tarde. Lo único que tapaba todo eran los buenos resultados del equipo".

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¿Cómo terminó la carrera de Cicinho?

Después de deambular en el mundo de las cesiones entre la serie B de Brasil y algunos clubes del viejo continente, el futbolista terminó colgando los botines en el año 2016 con el Sivasspor turco, en el que estuvo los últimos tres años de su carrera deportiva, donde además estuvo envuelto en algunos escándalos por cuenta de su adicción al alcohol, hoy en día es comentarista de la cadena brasileña SBT que transmite a la Selección de Brasil y la Copa Libertadores de América.