Por Tomás Valle
En estos instantes se está disputando la primera de las semifinales de la Supercopa de España, que se está disputando íntegramente en el Al-Awwad Stadium de la ciudad de Riad, capital de Arabia Saudí. El partido entre Real Madrid y Atlético de Madrid ha llegado al descanso con un 2-2, con una primera mitad repleta de emoción.
En los 45 minutos iniciales ha ocurrido de todo. Goles, polémicas, remontadas, hitos, tensión... Abrió la lata Mario Hermoso con un testarazo que mandó al fondo de las mallas. Más tarde empató Antonio Rüdiger de la misma manera. Ferland Mendy le dio la vuelta al electrónico y, justo antes del descanso, Antoine Griezmann retornó el encuentro a la igualada, anotando un gol que le permitía ser el máximo goleador de la historia del Atlético de Madrid.
El juego estaba siendo de lo más expectante para los millones de futboleros que lo están presenciando en sus televisores alrededor del mundo. Un vaivén constante de ocasiones y un ritmo altísimo. Cuatro goles en 45 minutos son sinónimo inequívoco de partido divertido. Y así está siendo.
Pese a toda la emoción, también se han producido dos acciones polémicas en las que el árbitro, defienden algunos, no ha estado acertado. Alberola Rojas ha dejado jugar mucho y, en ciertas ocasiones, quizá demasiado. Por eso, aficionados colchoneros y merengues están cabreados con él.
La primera decisión sospechosa del trencilla llegó en los primeros minutos de partido, cuando Rodrygo se deshizo de un defensor del Atlético de Madrid que le acabó obstruyendo y enviando al suelo sin tocar balón. Más tarde, ya cerca del descanso, Rüdiger realizó una fuerte entrada a un jugador rojiblanco que el colegiado no penalizó ni con amarilla. Y bien pudo ser de naranja.
21/12/2024
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