Por Tomás Valle
Tras la repentina salida de Radamel Falcao, el Atlético Madrid salió en busca de un reemplazo que dé la talla, y ahí es cuando todos coincidieron en que Jackson Martínez era la mejor opción. Un delantero con características muy similares a la del tigre de Santa Barbará y que sin dudas tenía la personalidad suficiente para cargarse semejante rol a la espalda.
El atacante proveniente del Porto, llegó al cuadro colchonero en el año 2015 luego de que pagarán 40 millones de euros netos por el total de su fichaje. Y si bien tuvo algunas actuaciones destacadas en el equipo de Diego Simeone, los malos hábitos lo colocan hoy en día como uno de los peores fichajes de la historia rojiblanca.
Jackson solo jugó 23 partidos en el Atlético de Madrid, donde marcó solo 3 goles, luego de eso, el colombiano bajó considerablemente su nivel, comenzó a tener sobrepeso y constantes lesiones, algo que obligó al Atlético Madrid a vender su ficha en febrero del 2016 al Guangzhou Evergrande de China por 45 millones de euros.
En una reciente entrevista, el atacante cafetero habló muy arrepentido de su paso por la capital española y explicó: "Tuve una vida de lujuria y alegría en los pecados. Los disfruté porque no los veía así sino como algo normal, comencé a sentir que algunas amistades que tenía me llevaban a fiestas, copas ... estaba rodeado de alcohol, cigarros y muchas otras cosas también".
Lamentablemente para él, su vida extrafutbolística fue más fuerte que sus ganas de triunfar y así dejó pasar la oportunidad de su vida. En la actualidad, tras su retiro del fútbol en diciembre del 2020, el exfutbolista colchonero ocupa su vida siendo cantante de música cristiana, algo que hace tiempo usa como pasión y escudo en contra de su problema.
21/12/2024
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