Por Tomás Valle
Solamente muy pocos jugadores han disputado nueve partidos en el Real Madrid pero han dejado un sello tan marcado en el conjunto madrileño. Este es el extraño caso de Jonathan Woodgate, antiguo defensor merengue con un paso bastante penoso por la institución, pero que a día de hoy, muchos aficionados recuerdan.
Tras seis años en Inglaterra, el central con paso por el Leeds United llegó a una casa blanca llena de figuras, considerado como el próximo Fernando Hierro del club merengue. En total, el Real Madrid pagó 18 millones de euros su fichaje, una gran cantidad en ese momento para un futbolista que es considerado de los peores traspasos de la historia blanca.
Mucha era la expectativa por verlo jugar, y la verdad es que lamentablemente para él, su debut no pudo ser peor. Corría la cuarta jornada ligera cuando a los 25 minutos del primer tiempo desvió un centro y se marco en su propia puerta, llamando la atención de todos y quedando en ridículo. Sumado a eso, el defensor ingles vio la tarjeta roja a los 65 del complemento tras recibir una doble amarilla que marcaría su carrera.
Desde ese momento, las oportunidades en el equipo se le acabaron, y desde allí solamente pudo disputar nueve partidos más. Posteriormente a eso, la institución decidió finalizar su vínculo dos años más tarde y venderlo al Middlesbrough de Inglaterra, equipo en el que se terminaría retirando poco tiempo después en el año 2015.
En la actualidad su vida sigue vinculada al fútbol, aunque lamentablemente para él, tampoco le sigue yendo muy bien que digamos. A día de hoy, ejerce como entrenador profesional, sin embargo hace bastante tiempo que ningún equipo quiere contar con sus servicios, encontrándose en una difícil postura de la cuál deberá rebuscarsela para conseguir su sueño.
22/12/2024
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