No jugará con Vinicius, la estrella de 70 millones que se le escapa al Real Madrid

El Real Madrid se quedó a las puertas de uno de los objetivos más codiciados en el mercado de fichajes. La directiva madridista mantenía conversaciones para incorporar a Bruno Guimaraes, centrocampista ofensivo del Newcastle United, cuyo contrato estaba próximo a expirar. Sin embargo, el Newcastle tomó la delantera y aseguró la continuidad del jugador brasileño hasta 2028, frustrando los planes merengues.

Bruno Guimaraes, de 25 años y oriundo de Rio de Janeiro, ha trazado su ascenso en el mundo del fútbol desde sus inicios en el Audax de Sao Paulo hasta su destacada trayectoria en el Athletico Paranaense y su salto a Europa con el Olympique de Lyon. Su brillante desempeño captó la atención de varios clubes de renombre, incluyendo al Real Madrid, pero fue el Newcastle quien se adelantó en el mercado, desembolsando 42 millones de euros en el mercado invernal.

En el Newcastle, Bruno Guimaraes se ha convertido en una pieza clave y un líder en la Premier League. Su impacto fue crucial para que el equipo eludiera el descenso y lograra la ansiada clasificación para la Champions League. El club inglés, comprometido con un proyecto a largo plazo, aseguró su permanencia con un contrato que destaca su valor dentro del equipo.

El Real Madrid veía en Guimaraes una adición estratégica, especialmente por su posible adaptación rápida junto a sus compatriotas Vinícius, Militao y Rodrygo. Sin embargo, el proyecto ambicioso y visionario del Newcastle, que apunta alto tanto a corto como a largo plazo, se interpuso en los planes del Real Madrid, dejando a Guimaraes como una estrella lejana en el horizonte blanco.

120 millones para blindarlo 

Bruno Guimarães, el talentoso mediocampista brasileño de 25 años, ha asegurado su futuro con el Newcastle United al firmar una extensión de contrato por 5 temporadas más. Este acuerdo llega tras un año en el club inglés, donde ha demostrado su valía y se ha convertido en un elemento clave para los "Magpies". La directiva ha decidido blindar a Guimarães con una cláusula de rescisión de 122 millones de dólares, una cifra que prácticamente lo sitúa fuera del alcance de la mayoría de los clubes.