Por Damian Rodriguez
Ya hace unas horas se confirmó la salida de Ousmane Dembélé del FC Barcelona. Algo que pocos se esperaban por todo los que luchó Xavi para que se quede. Al jugador le importó poco y nada. La venta se logró cerrar por casa 51 millones de euros y dejaron que claro que no pagarán nada a los representantes del player.
Ahora parece ser el momento ideal para poder desprenderse de aquellos que no son muy tenidos en cuenta por el director técnico. El primer caso es el de Sergiño Dest. El Barça necesita un lateral derecho y ni siquiera lo hace jugar sabiendo que es su posición natural. El nacido en Terrassa prefiere arriesgarse con Ronald Araujo o Jules Koundé.
El otro es Clément Lenglet. El central francés está hace ya semanas negociando su llegada al Tottenham Hotspurs pero nunca pudieron arreglar su precio de transferencia. Los ingleses pretenden un máximo de 10 millones de euros y los blaugranas quieren llegar a los 15. También suenan clubes de Arabia Saudita pero él quiere quedarse en la elite.
Más allá de su gran pretemporada y la buenísima actuación que tuvo ante los Spurs en el trofeo Joan Gamper, Xavi Hernández no puede asegurar su permanencia en la entidad culé. El hispano-guineo tiene todas las inteneciones de quedarse pero su representante, Jorge Mendes, conoce muy bien la stuación por la que pasan los blaugranas.
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