Por Tomás Valle
Este jueves se dio a conocer la noticia que todo el Atlético Madrid estaba esperando. Diego Simeone, (el técnico más ganador de la institución, el que más partidos ha dirigido y más años lleva en el cargo en LaLiga) extendió su vínculo hasta el año 2027. El argentino cumplirá 12 años en el cargo el próximo mes y si llega a cumplir con este nuevo contrato habrá estado al mando del primer equipo a lo largo de 16 temporadas, un registro pocas veces visto en el fútbol y menos en la actualidad. A pesar de que ya aseguró su trabajo, no todo es color de rosas para el Cholo, que tuvo que aceptar una condición determinante antes de poner la firma.
Tal como se venía hablando desde hace semanas, Diego Simeone se terminó adaptando a la realidad financiera del club y aceptó una rebaja del sueldo por campaña entre un 45 y 55%, aunque a cambio añadió un año más en el banquillo (estaba previsto hasta 2026). De esta forma, el adiestrador que era el mejor pago del mundo hasta el momento (y lo seguirá siendo hasta fin de año) ahora estará prácticamente al mismo nivel salarial que Pep Guardiola del Manchester City o el propio Jurgen Klopp en el Liverpool.
Tal como afirma el sitio Relevo.com, Diego Simeone formaliza este nuevo contrato en el que incluye los 45 millones brutos que debía cobrar en la presente campaña y los tres años más que firma, a razón de unos 20 millones de euros fijos por año. Sumado a ello, el Atlético Madrid reduce considerablemente el límite salarial de la plantilla al ahorrarse unos 19 millones de euros por temporada, una situación que deja al cuerpo técnico del nacido en San Nicolás en unos 24 millones de euros brutos por temporada.
Lo que sí ha quedado claro es que ambas partes mantendrán las habituales cláusulas de salida. Diego Simeone estará obligado a clasificar a la Champions League, en tanto que podrá marcharse tranquilamente si llega un futuro llamado de la selección argentina. Al respecto, Natalia Simeone, hermana y representante del director técnico, aclaró sobre este término: “Cómo me voy a ir, cómo me van a dejar marchar o cómo me van a echar. Hay que encontrar el equilibrio justo para que los dos estemos, en el momento de la ruptura, compensados”.
20/12/2024
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