Selección de Fútbol de España

Morata suelta la verdad: “Ya no me podía quedar en España”

El capitán de la Selección Española confiesa haber sufrido depresión y ataques de pánico.

Por Sebastián Hernadez

Morata: Un líder dentro y fuera del campo, luchando contra la depresión. Foto: Instagram

El capitán de la Selección Española, Álvaro Morata, ha sorprendido al mundo del fútbol al revelar en una reciente entrevista los duros momentos que atravesó debido a episodios de depresión y ataques de pánico. Estas dificultades personales fueron el detonante que lo llevó a tomar la drástica decisión de abandonar España y fichar por el Milan.

En una conversación con el periodista Alberto Herrera para el programa "Herrera en COPE", Morata ha compartido detalles íntimos sobre su lucha contra la salud mental. "Cuando tienes momentos duros de verdad, depresión, ataques de pánico, eso da igual el trabajo que hagas, la situación que tengas en la vida, que tienes otra persona dentro que tienes que luchar contra ella todos los días y todas las noches", confesó el delantero.

La presión constante del fútbol profesional y los altos niveles de exigencia parecen haber afectado profundamente a Morata, quien ha admitido que llegó a un punto en el que ya no podía más. "Al final, para mí, era lo mejor irme de España porque llegó un momento en el que no lo podía soportar", aseguró el jugador.

La decisión de abandonar el Atlético de Madrid y buscar nuevos aires en Italia fue, según sus propias palabras, una necesidad para cuidar su salud mental. Morata ha dejado claro que la depresión es una enfermedad que afecta a cualquier persona, independientemente de su estatus social o profesional.

Morata nos enseña que pedir ayuda es un acto de fortaleza.

Esta valiente confesión de Morata ha generado un gran impacto en el mundo del deporte y ha abierto un importante debate sobre la salud mental de los deportistas. Su testimonio puede ayudar a normalizar la conversación sobre la depresión y la ansiedad en el ámbito deportivo, y a fomentar una mayor comprensión y apoyo hacia los atletas que sufren estos problemas.

La sinceridad de Morata es admirable y demuestra que incluso los deportistas de élite pueden experimentar dificultades emocionales. Su historia es un recordatorio de que la salud mental es tan importante como la física, y que buscar ayuda no es una señal de debilidad sino de fortaleza.

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