Por Tomás Valle
La FIFA y la UEFA decidieron de forma conjunta suspender a todas las selecciones nacionales y clubes rusos para participar en las competiciones de ambas hasta nuevo aviso, lo que implica la exclusión de Rusia del Mundial de Qatar 2022, para el que debía jugar la repesca. Estas medidas fueron adoptadas por los máximos órganos de decisión de ambas instituciones en estos asuntos urgentes, ante la invasión de Ucrania por parte de Rusia iniciada el pasado día 24. de febrero. Hay antecedentes de sanciones duras y los repasamos.
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Roberto Rojas en 1989 en un Brasil-Chile simuló que una bengala lanzada desde las gradas de Maracaná le había herido en el rostro. La revisión de las imágenes televisivas demostró que ningún objeto le había golpeado y el meta tuvo que acabar confesando que fue él quien se autolesionó con una cuchilla de afeitar que se guardaba en el guante. La FIFA castigó con dureza al jugador con una sanción de por vida. Además Chile quedó descalificada del Mundial de Italia 1990 y de la clasificación para Estados Unidos 1994.
Otra de las sanciones más severas se dio poco tiempo después de aquel incidente con Rojas y con otro futbolista de la misma nacionalidad del entonces portero de la Selección de Fútbol de Chile. Hablamos del defensor Héctor Robles, quien recibió una sanción cuando disputó en 1993 un partido amistoso entre su club, el Palestino chileno, y la selección de Honduras. El defensa agredió a un árbitro y estuvo inhabilitado por la UEFA durante un año y recibió una multa de 5000 dólares.
Otro antecedente disciplinario serio se dio en el marco de una Copa del Mundo. Con el ya famoso mordisco de Luis Suárez a Chiellini en el Mundial de 2014, que le costó al internacional uruguayo una sanción FIFA de nueve partidos, cuatro meses sin poder realizar ninguna actividad relacionada con el fútbol y una multa de más de 80.000 euros. Luis Suárez dijo adiós al Mundial ese mismo día y no volvió a jugar hasta finales de octubre con el Barça, club que le fichó ese mismo verano.
El futbolista español David Navarro, en un partido de Champions de 2007 entre el Valencia y el Inter, salió del banquillo para participar en una pelea que acabó en una batalla campal entre jugadores de uno y otro equipo. Navarro le rompió la nariz a Burdisso y la UEFA en primera instancia le castigó con siete meses fuera de los terrenos de juego y 6.000 euros de multa. Ante la gravedad de la situación, la FIFA hizo extensible la inhabilitación a cualquier tipo de encuentro nacional o internacional. El Comité de Apelación le redujo el castigo a seis meses.
Otro de los antecedentes disciplinarios serios también se dio durante una Copa del Mundo. Fue cuando Joao Pinto agredió al árbitro argentino Ángel Sánchez en un partido entre Portugal y Corea del Sur en el Mundial de 2002. Después, el Comité Disciplinario de la FIFA le castigó seis meses atendiendo a las explicaciones del colegiado, que dijo que le había dado un puñetazo en las costillas. La sanción se redujo a cuatro meses por el buen comportamiento que el jugador había tenido en los campos a lo largo de su carrera.
Uno de los señalados como mejor futbolista de todos los tiempos también entró en el item de sanciones serias. Diego Armando Maradona era el seleccionador argentino en 2009. Desde esa posición y tras conseguir la clasificación para el Mundial de Sudáfrica de 2010 dedicó estas palabras a los periodistas: "Que la chupen, que la sigan chupando". La Comisión Disciplinaria de la FIFA actuó ante la falta de respecto y le inhabilitó durante dos meses sin poder ejercer ninguna actividad profesional relacionada con el
El 11 de agosto de 2012 el conjunto de Sporting Lisboa se desplazó hasta Düsseldorf para disputar un encuentro preparatorio ante el Fortuna, de esa ciudad alemana. A cinco minutos del descanso, el colegiado Christian Fischer señaló una falta contra los portugueses que Luisao protestó de manera airada. El árbitro cayó al suelo, agredido por el futbolista brasileño, según relató Fischer en el acta, y, tras ser atendido por los médicos, decidió suspender el encuentro. Luisao dijo a la conclusión del choque que no había hecho movimiento alguno para agredir al árbitro, pero el 14 de septiembre llegó la sanción de dos meses por parte de la Federación Portuguesa de Fútbol, a lo que se sumó una multa económica de 2.550 euros.
La idea del organismo que rige los destinos del fútbol ruso es la de buscar instancias de apelación para las diferentes sanciones. Comenzando por la más seria y urgente, que tiene que ver con la sufrida por el Seleccionado y su eliminación de la próxima Copa del Mundo. "Espero que las sanciones de la FIFA y la UEFA se levanten lo antes posible y que el fútbol ruso regrese a la escena internacional", se ilusionó Valery Karpin, entrenador del seleccionado masculino mayor de fútbol de Rusia, quien vistió la camiseta del seleccionado de su país en Estados Unidos 1994 y Corea-Japón 2002. Revertir la sanción, de todos modos, parece utópico a estas alturas.
“El fútbol está totalmente unido y es plenamente solidario con todas las personas afectadas en Ucrania. Ambos presidentes esperan que la situación en Ucrania mejore significativa y rápidamente para que el fútbol pueda volver a ser un vector de unidad y paz entre los pueblos”, señalaron los dos organismos en un comunicado que ratificaba la sanción efectuada por FIFA y UEFA hacia los diferentes contingentes futbolísticos de Rusia, este fin de semana. Una sanción que sorprende ya que el organismo no suele inmiscuirse en asuntos de política exterior.
La resolución conjunta de la FIFA y la UEFA se hizo pública después de la recomendación hecha este lunes por el COI a las federaciones y a los organizadores de competiciones, para que “no inviten ni permitan la participación de deportistas o dirigentes rusos o bielorrusos”. La selección de Rusia tenía pendiente disputar la repesca para optar a una de las tres plazas europeas que aún quedan para el Mundial de Qatar 2022. Su primer partido estaba previsto para el 24 de marzo, contra Polonia como local. En caso de superarlo se debía enfrentar, de nuevo en su campo, al ganador del duelo entre Suecia y la República Checa el 29 de marzo.
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