La fortuna que le ofrece un impensado equipo a Guardiola para traicionar a Messi

Pese a que Pep Guardiola vive uno de sus mejores momentos en este inicio de temporada como entrenador en el Manchester City, la Selección de Brasil estaría pensando en él para reforzar su banquillo de cara al futuro y convertirlo así en el flamante entrenador del seleccionado más grande de todo el mundo. 

Desde que a principios de año se conoció la noticia de que Tite dejará su cargo como entrenador de la selección brasileña luego del próximo Mundial, algunos directivos comenzaron a trabajar en la sucesión y la gran mayoría llegó a la conclusión de que el mejor reemplazo para entrenador brasileño era nada menos que Pep. 

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En estos momentos la ilusión de que Guardiola llegue sería mucha en todo el país y es por ello que en la federación brasileña estarían dispuestos a ofrecerle un total de entre 7 y 8 millones de euros por temporada al entrenador para convencerlo de llegar a una selección brasileña que sin dudas podría mejorar considerablemente con su llegada. 

La realidad es que a día de hoy parece casi imposible que esto se dé, sobre todo viendo el buen momento que vive el entrenador en Manchester, sin embargo, en este deporte todo puede suceder y viendo la enorme cantidad de dinero que le ofrecen es muy difícil poder asegurar que esto finalmente no ocurra. 

Al enterarse de esta noticia, quien no estaría para nada contento con toda esta situación sería el propio Lionel Messi, ya que marcharse a Brasil para dirigir al máximo rival de la Selección Argentina lo podría llegar a tomar como una traición inesperada que sin dudas cambiaría las cosas en un futuro no muy lejano. 

La obsesión de Brasil para que Guardiola sea su nuevo entrenador

Si bien esta información es nueva, lo cierto es que desde hace tiempo el seleccionado brasileño está obsesionado con Guardiola y en el año 2018, previo a la Copa del Mundo en Rusia, ya le habrían ofrecido un puesto como segundo entrenador, acompañando a Tité para luego de la competición hacerse cargo del equipo, algo que como era de esperarse el español habría rechazado inmediatamente.