Por Damian Rodriguez
Otro caso de un futbolista que llegó a conocer la gloria máxima en el mundo del fútbol pero que su vida dio un giro extraordinario y lo colocó en una situación que jamás en su vida se hubiese imaginado. Ayer campeón del mundo, hoy repartidor.
Romario es uno de los cracks brasileños más recordados de la historia. Considerado por decisión unánime de los fanáticos del fútbol como uno de los mejores jugadores del mundo en su momento, el artillero se ganó el corazón de todos a costa de goles y fantasías.
La vida lo llevó por diferentes caminos hasta ubicarlo en la distribución de Pizzas. Así como leen, Romario invirtió en una cadena de pizzerías con decenas de sucursales que mantuvo un tiempo hasta que el negocio comenzó a significarle una pérdida de dinero, por lo que las acabó cerrando y dejando todo este asunto como una simple anécdota de negocios fallidos.
El brasileño se convirtió en leyenda en su país en el momento que alzó la copa del mundo en 1994. En el primer segundo luego de aquella gloria, ya tenía la certeza de que su nombre sería imborrable en la historia de la nación que lo vio nacer, y en las historia del fútbol a nivel mundial.
22/12/2024
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