Por Tomás Valle
Para muchos hinchas del Fútbol Club Barcelona, la contratación de Philippe Christanval es una de las peores de la historia del club. En 2001, la directiva blaugrana se decidió por desembolsar 20 millones de euros (18 millones más dos en variables) por el pase del ex zaguero francés, algo récord para esa época y más por un defensor.
En ese entonces, Christanval era uno de los centrales más prometedores de Europa, brilló en el Mónaco, campeón de Liga en la temporada 99/00 y llegó al club como una autentica estrella que se quedaría a pesar de los años. Sin embargo las cosas no terminaron dándose de la mejor manera y es por eso que a día de hoy, muy pocos hinchas recuerdan su paso.
Lamentablemente, el defensor francés nunca se asentó ni al mundo ni al estilo de juego de ese FC Barcelona, dirigido por Carles Rexach, y solo disputó 47 partidos en dos temporadas, para luego ser vendido al Olympique de Marsella, por expreso pedido de él tras tener un paso muy negativo por la Ciudad Condal.
Sus principal problemas fueron las lesiones, quienes lo invadieron poco a poco, dando como consecuencia que solamente a los 30 años se retire del fútbol profesional en el año 2008 jugando para el Fulham FC, equipo de la Premier League. Las cosas no salieron como pensaba, aunque inesperadamente la vida le tenía otra sorpresa por delante.
Actualmente el futbolista decidió invertir el dinero ganado en ese momento, en joyas, teniendo a día de hoy, una de las casas de joyas más importantes de todo Inglaterra, ubicada en el centro de Londres (capital del país). Si bien como futbolista las cosas no salieron como esperaba, el mundo de la joyería le abrió las puertas a un nuevo camino y sin dudas él lo supo aprovechar.
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