Por Tomás Valle
La llegada de Xavi a Barcelona fue muy festejada por toda la afición del club y hacía creer que el paso de Ronald Koeman se olvidaría rápido. Sin embargo, nada de eso ocurrió y para sorpresa de muchos el equipo no respondió como el español esperaba y quedó eliminado de la Champions League y lejos de salir campeón en La Liga.
En la actualidad eso ha cambiado y buena parte se debe a los refuerzos que consiguió Laporta. Mas de 200 millones de euros en fichajes le han dado un cambio de imagen importante a la plantilla y prometen devolver al Culé a los primeros planos del mundo. Lewandowski, Koundé, Raphinha, Christensen y Kessié son las nuevas caras con las que cuentan.
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Un gasto que va en contra de lo que siempre pregonó Barcelona a lo largo de su historia y de lo que inculcó el propio Xavi cuando llegó al club. Ya que llegaba con la intención de potenciar el material que ya tenía y de darle prioridad a los canteranos de la institución, algo que claramente no ocurrió.
El entrenador llegó al Camp Nou como el gran salvador de la metodología e historia de Barcelona y terminó demostrando que Koeman tenía razón, sin refuerzos era muy difícil mejorar el rendimiento del equipo. Quisieron creer que Xavi y el holandés eran distintos, pero terminaron siendo iguales, exigiendo fichajes millonarios.
29/11/2024
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