Por Tomás Valle
Como todos sabrán, hace algunos días el FC Barcelona buscaba activar la conocida cuarta palanca que los ayude a acomodarse económicamente de cara al futuro. Esta llegaría por medio de la venta del 24, 5% del Barça Studios y si bien recientemente anunciaron su venta a la empresa Orpheus Media, propiedad de Jaume Roures, por un importe de 100 millones de euros, antes de esto un inesperado comprador apareció en la lista.
Es que según confirmaron fuentes cercanas al club, Joan Laporta tuvo una reunión con Gerard Piqué en la que el jugador le preguntó si era posible que fuera él quien se hiciera cargo de la compra, algo que obviamente el presidente de la institución culé rechazó completamente ya que consideraba que infringía "el código ético".
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En pocas palabras quedaba muy feo que un jugador de la propia plantilla se meta y maneja los negocios de un club tan importante como el FC Barcelona. Lo cierto es que con la llegada de Roures, las negociaciones entre Gerard Piqué y Laporta quedaron en nada, algo que como era de esperarse no habría caído para nada bien en el lado del defensor culé.
Como todos sabrán, el mítico futbolista de la institución blaugrana odia que se entrometan en sus negocios y a la hora de llevar a cabo estos, es muy egoísta como todo buen empresario que piensa en sus proyectos personales. Sin embargo, esta situación habría causado un enojo tan grande en Piqué que podría planear una venganza en contra de Laporta y el club, ya que no le permitieron la posibilidad de poder participar.
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