Por Damian Rodriguez

Luego de un empate con sabor a poco en la jornada pasada, el Atlético de Madrid llegaba a Balaídos con la necesidad de triunfar para afirmarse en la cuarta posición de la tabla. Como de costumbre, el conjunto dirigido por Diego Simeone no encontró cómo marcar la diferencia en cuanto a juego, pero finalmente se llevó la victoria.
El encargado de darle los tres puntos al ‘Aleti’ fue Memphis Depay, quien se encontró con un balón en las inmediaciones del área chica y tras un gran giro, pudo empujar la pelota y marcar cifras definitivas en un partido que, luego de la expulsión de Stefan Sávic al minuto 70, se le hacía muy cuesta arriba al ‘Colchonero’, salvado en reiteradas ocasiones por Jan Oblak.
A pesar de sus números, un capitán que no negocia la entrega
A diferencia de Vietto, el argentino que sacó provecho de su misma marca
La tensión del ‘Cholo’ era evidente. Si bien intentaba calmar a sus futbolistas, sobre todo luego de quedarse con un jugador menos, la intensidad con la que Simeone vive cada partido finalmente se traslada y no siempre logra su objetivo de transmitir tranquilidad. Además, su equipo sufría las constantes llegadas de un Celta que buscaba aprovechar la oportunidad.
Acostumbrados a un ‘Cholo’ completamente efusivo en el festejo de los goles colchoneros, la presión era tal en este caso que, luego del agónico gol de Memphis para la victoria del ‘Rojiblanco’, a Simeone se lo notó rígido, con una respiración agitada y hasta parecía un tanto perdido. Signos claros de la presión que tenía encima por no encontrar solución a los problemas que se presentaron a lo largo del encuentro.

13/05/2025

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