Por Damian Rodriguez

Mbappé es un descontrol total para el Paris Saint Germain. Desde el momento que tomó la decisión de no renovar su vínculo hasta el 2025, las medidas que tomó el club para con él fueron directas. Primero, no llevarlo a la pretemporada por Asia y dejarlo entrenando con aquellos que no serán tenidos en cuenta por Luis Enrique.
En segundo lugar, seguir privándolo de entrenar con sus compañeros más allá de estar todos de nuevo en la ciudad deportiva. Este es el precio que eligió Nasser Al-Khelaifi de hacer pagar al astro francés por faltarle el respeto al PSG. La frase de este verano en Europa fue: “Nadie está por encima del club, ni siquiera el mejor jugador del mundo”.
Con estas decisiones tomadas, Luis Enrique no tiene otra opción que acatar órdenes estrictas del presidente de la entidad. Tendrá su reemplazo de Mbappé que será Ousmane Dembélé. Hay un único problema. Mientras nadie quiere comprar por ahora a la ‘Tortuga Ninja’, los parisinos tendrán lios con el Fair Play Financiero para poder seguir incorporando.
Se había rumoreado que Mbappé estaba perdiendo la paciencia teniendo que entrenar apartado de la plantilla. Nada de eso es cierto. Él sigue entrenando como siempre y no le molesta la situación en la que está. Es más, su relación con el director técnico español es la mejor y en varias ocasiones dijo que le hubiese encantado entrenarlo pero que ya ha tomado su decisión al respecto.

13/05/2025

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