Por David Alomoto
Lionnel Frank hoy vive en Paiporta, una de las zonas más afectadas por la DANA. El ex jugador dirige su propio equipo y además vende electrodomésticos. "Me levanto, ayudo a los vecinos en sus casas o propiedades y voy al trabajo a limpiar la tienda (trabaja en una tienda de Electrodepot en Alfafar) para sacar todos los electrodomésticos que ya no sirven", según contó en Relevo.
¿Recuerdan a Lionnel Frank? Aquel joven talento que llegó al Real Madrid con la ilusión de convertirse en una nueva estrella del fútbol mundial. Su llegada al Santiago Bernabéu generó una gran expectación, pero las cosas no salieron como se esperaba. Hoy, años después de aquella aventura, Lionnel disfruta de una vida tranquila en Paiporta, un pequeño municipio valenciano.
Frank, un mediapunta con una técnica exquisita y una visión de juego envidiable, no pudo adaptarse al ritmo vertiginoso del fútbol español. La presión mediática y la competencia interna le pasaron factura, y el elemento apenas tuvo oportunidades de demostrar su valía. Tras una temporada en la que apenas contó para el técnico, el club decidió no ejecutar la opción de compra y el jugador regresó a su país.
Lejos del ruido mediático de Madrid, Lionnel encontró en Paiporta la tranquilidad que necesitaba. Allí, lejos de los focos, decidió colgar las botas y comenzar una nueva vida. Actualmente, el exjugador trabaja como entrenador en las categorías inferiores de un pequeño club local, transmitiendo sus conocimientos a las nuevas generaciones de futbolistas.
"Madrid fue una experiencia inolvidable, pero también muy dura. Aprendí mucho durante mi etapa allí, tanto a nivel futbolístico como personal. Ahora estoy feliz en Paiporta, disfrutando del fútbol desde otra perspectiva", afirmó Frank en una reciente entrevista.
A pesar de no haber cumplido las expectativas que se habían generado a su llegada al Real Madrid, Lionnel Frank sigue siendo recordado por los aficionados madridistas como una de las grandes promesas que no llegaron a explotar. Su historia es un ejemplo de cómo el fútbol puede ser cruel a veces, pero también de cómo es posible superar los fracasos y encontrar la felicidad lejos de los focos.
Hoy, Lionnel Frank vive una vida tranquila y feliz en Paiporta, lejos del frenético ritmo del fútbol profesional. Su historia nos recuerda que más allá de los éxitos y los fracasos, lo importante es disfrutar del juego y encontrar la paz interior.
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