(VIDEO) La marea naranja de aficionados holandeses por las calles de Valencia

El ambiente en Valencia se transformó radicalmente con la llegada masiva de aficionados holandeses, que llenaron las calles y el estadio de Mestalla de color naranja para el crucial partido de vuelta de los cuartos de final de la Nations League entre España y los Países Bajos. La ciudad del Turia se convirtió en una auténtica marea naranja, con miles de seguidores holandeses dispuestos a animar a su selección hasta el último minuto.

Desde tempranas horas, los aficionados holandeses tomaron las calles de Valencia, creando un ambiente festivo y ruidoso. Vestidos con camisetas naranjas, sombreros y banderas, los seguidores holandeses se mezclaron con los aficionados españoles, creando una atmósfera de camaradería y rivalidad deportiva. Los bares y restaurantes del centro de la ciudad se llenaron de aficionados holandeses, que disfrutaron de la gastronomía local y compartieron cánticos y anécdotas futbolísticas.

Una marea naranja de holandeses

A medida que se acercaba la hora del partido, la marea naranja se dirigió hacia el estadio de Mestalla. Los alrededores del estadio se convirtieron en una auténtica fiesta, con cánticos, bailes y banderas ondeando al viento. Los aficionados holandeses demostraron su pasión por su selección, creando un ambiente espectacular en las gradas de Mestalla.

Durante el partido, los aficionados holandeses no dejaron de animar a su selección, creando un ambiente ensordecedor en el estadio. A pesar de la presión del público español, los seguidores holandeses mantuvieron su apoyo incondicional a su equipo, demostrando su fidelidad y pasión por el fútbol.

Valencia agradeció su llegada

La presencia masiva de aficionados holandeses en Valencia generó un gran impacto económico en la ciudad. Los hoteles, restaurantes y comercios locales se beneficiaron del aumento del turismo, y la ciudad se convirtió en un escaparate para el turismo deportivo.

La invasión naranja en Valencia fue un ejemplo de la pasión y el fervor que el fútbol puede generar. Los aficionados holandeses demostraron su amor por su selección, creando un ambiente inolvidable en el estadio de Mestalla. A pesar del resultado del partido, la afición holandesa dejó una huella imborrable en la ciudad de Valencia.