(VIDEO) Así mandó Holanda el partido contra España a los penaltis

La tensión en Mestalla alcanzó su punto álgido en los minutos finales de la prórroga. Cuando el sueño de la clasificación para las semifinales de la Nations League parecía esfumarse, Xavi Simons irrumpió en escena para empatar el partido desde los once metros, llevando el encuentro a la dramática definición por penaltis.

El reloj marcaba el minuto 110 cuando el árbitro señaló el punto de penalti, una decisión que desató la controversia y la incertidumbre en el estadio. Xavi Simons, con la sangre fría de un veterano, se preparó para ejecutar el lanzamiento, consciente de la responsabilidad que recaía sobre sus hombros.

Un penalti perfecto

Con la mirada fija en el balón, Simons lanzó un disparo potente y preciso hacia el lado derecho de la portería. El portero español, a pesar de estirarse al máximo, no pudo evitar el gol, que se coló en la red desatando la euforia en el banquillo neerlandés y silenciando Mestalla.

El gol de Simons fue un golpe de efecto, un mazazo para la selección española, que vio cómo su ventaja se esfumaba a diez minutos del final de la prórroga. El gol también supuso un momento de euforia para los Países Bajos, que celebraron con pasión el tanto que les daba la oportunidad de luchar por la clasificación en la tanda de penaltis.

Xavi Simons, el verdugo

El gol de Simons convirtió el final de la prórroga en un duelo épico, donde la emoción y la incertidumbre se apoderaron del estadio. La afición española, a pesar del mazazo, animó a su selección con todas sus fuerzas, consciente de que aún quedaba la tanda de penaltis para alcanzar las semifinales.

El gol de Simons demostró que el fútbol es un deporte impredecible, donde cualquier cosa puede suceder. Un gol que silenció Mestalla, pero que también encendió la llama de la esperanza en la afición neerlandesa.

Un penalti que supuso la tanda de penaltis

La tanda de penaltis se convirtió en un duelo de nervios y emociones, donde la precisión y la sangre fría fueron determinantes. Cada lanzamiento fue un pulso entre el lanzador y el portero, un duelo psicológico que mantuvo en vilo a los aficionados hasta el último instante.

La tanda de penaltis fue un final cruel para la selección española, que vio cómo su sueño de alcanzar las semifinales se esfumaba en la tanda de penaltis.